Heraclio Palomino es designado por EL CORREO ‘Alavés de octubre’ por sus 11 años al frente del Banco de Alimentos

Aunque hace un año que cedió la presidencia del Banco de Alimentos a Daniel Rodríguez, Heraclio Palomino acude cada día al pabellón de Ali Gobeo con sus dos manos como ofrenda. Mover cajas, seleccionar alimentos… Es la rutina que comenzó en 1999 y cada jornada se despide con un ‘hasta luego’. Todos saben que volverá al día siguiente, puntual a esa cita en la batalla contra el hambre que le ha llevado a estar once años al frente de la institución y dos más como voluntario. Ha sido su meta desde que se jubiló como contable en una empresa, y ahora EL CORREO ha decidido premiar esta dedicación solidaria designando a Heraclio Palomino como ‘Alavés de octubre’.

Su compañero y amigo Daniel no duda ni un instante al esbozar los motivos por los que se le ha elegido. «Es una persona entregada, siempre dispuesta a ayudar a la gente, y ha estado dedicando muchísimo tiempo al Banco de Alimentos y a la gente necesitada, siempre pendiente de todos; se ha llevado fenomenal con los voluntarios, transmitiendo optimismo a la gente y aunque le da pena dejarlo, él mismo se da cuenta de que ya tiene una edad», razona. Ése fue el motivo por el que escogió a este profesor del colegio de sus hijos como su sucesor en la presidencia, con la única condición de seguir aportando su esfuerzo a la cada vez más complicada tarea del Banco de Alimentos.

«Él no puede prescindir de esto, tiene que estar aquí, es algo esencial para él. No puede dejar de venir, e incluso en algunos momentos que ha estado físicamente débil, con algún catarro, ha venido hasta aquí. Los voluntarios no le echan en falta, porque no nos ha faltado nunca», agradece Rodríguez. Una afirmación que corrobora el propio Heraclio, que ya ha cumplido 78 años. «Ni hablar de retiro. Creo que yo necesito mucho más al Banco de Alimentos de lo que él me necesita a mí», asegura. «Tras mi época de contable, me hice una pregunta. ‘¿Y después qué?’. El camino que encontré fue éste, me lo comentó un amigo y desde entonces estoy aquí», recuerda con orgullo.

Apoyo de las instituciones

En 1999, los voluntarios entregaron 36.000 kilos de comida. Ahora, en plena crisis, la cifra se ha disparado. «Estamos entregando casi 1,2 millones de kilos solo en Álava», advierte. Porque la labor de esta institución es esencial. «Se desperdician muchas cosas, muchos alimentos se tiran. Productos que no se pueden vender porque están torcidos, doblados o rotos, pero que sí se pueden comer. Y nosotros los recogemos para que los reciban las personas que lo necesitan», explica.

Y aunque ellos trabajan con asociaciones y ONG que hacen de mediadores, algunas veces alguien ha llamado a las puertas de su pabellón, desesperado. Si queda algo de comida y ven que de verdad lo necesita, no se va con las manos vacías. Pero Heraclio sabe que también hay picaresca: «Las instituciones deben trabajar con nosotros de la mano porque nuestro cálculo es que un 10% nos la suele pegar».

http://www.elcorreo.com/alava/v/20121103/alava/banquero-solidaridad-20121103.html

Hace años que conocí a Heraclio, cuando era profesor de sus hijos en San Viator de Vitoria-Gasteiz. Le invitamos a participar en la Junta Directiva de la Asociación Deportiva San Viator Kirol Elkartea, y trabajó mucho años con nosotros. Un hombre entregado, amable, bueno.

Eskerrik asko, Heraclio por los años que has dedicado al ‘Banco de Alimentos’, por los años que dedicaste a la Asociación Deportiva San Viator. Que tu corazón siga creciendo, que para eso no cuentan los años. Tu mujer y tus hijos seguro que se sentirán orgullosos. ZORIONAK!!!!