«Hay que reconocer que la actual crisis económico-financiera es el último resultado de un modo egoísta e irresponsable de vivir, de producir, de consumir, de establecer relaciones entre nosotros y con la naturaleza que implicó una sistemática agresión a la Tierra y a sus ecosistemas y una profunda disimetría social, una expresión analítica que disimula una perversa injusticia social planetaria… El egoísmo y la codicia no se pueden remendar. Tienen que ser sustituidos por la solidaridad y eso, obviamente, implica un cambio radical…, crear algo que apunte hacia un nuevo paradigma de convivencia social…En esta perspectiva, es imperativo buscar lo que la Carta de la Tierra llama un “modo sostenible de vivir”.»
Miguel d’Escoto, presidente de la Asamblea General de la ONU