ESTE HOSPITAL SITO EN BOLIVIA, CONSTRUIDO CON DONACIONES CIUDADANAS, NECESITA UN RESPIRADOR ARTIFICIAL PARA LOS BEBÉS QUE NACEN CON PROBLEMAS
Imágenes de la maternidad de Portachuelo, en Bolivia, construida con fondos de la comarca. El edificio inaugurado en 2010 cuenta con instalaciones dignas, habitaciones, paritorios y sala de urgencia para los bebés. Arriba a la derecha, la fotografía de Sor Loreto en una de las salidas médicas para tratar a los niños de la comarca y ponerles las vacunas. ( DEIA)
«Nadie sabe lo que es ver que el niño se nos va y que no llegamos nunca al hospital»
La maternidad Basauri construida en Portachuelo, Bolivia, es una realidad gracias a las donaciones desinteresadas de los vecinos del municipio del Nervión a las que se sumaron las inyecciones económicas que proporcionaron, tanto el Ayuntamientos de este municipio, como los de Arrigorriaga y Etxebarri. Con su ayuda y solidaridad, una de las zonas más humildes del país andino cuenta con un pabellón en el que las madres de la zona pueden dar a luz de forma segura y arropadas por personal médico en condiciones.
Hasta su apertura, las embarazadas tenían que acudir al hospital de Santa Cruz, la capital boliviana, a 70 kilómetros de distancia que se hacen más largos de lo normal debido al estado de los caminos y pistas existentes en la selva, poco amigas de los vehículos modernos. Este obstáculo sumado a que la sanidad en Bolivia es de pago, hacía que las mujeres, la mayoría de no mas de 15 o 16 años, tuvieran a sus bebés en su casa, sin los cuidados necesarios para garantizar ni su seguridad ni la de los niños. Bolivia era el segundo país en el ranking de la mortalidad materno-infantil de todo el continente americano, solo superado por Haití.
Con la inauguración de la maternidad en 2010 como un ala del hospital San José Obrero de Portachuelo, esta situación cambió no solo para las madres del municipio sino para las de poblaciones limítrofes y extensas zonas rurales sin ningún tipo de atención prenatal. Actualmente, este pabellón hospitalario es el epicentro de la sanidad infantil del norte de Bolivia. No en vano, cuenta con sesenta profesionales médicos.
Dirigida por Sor Loreto Casado, una incansable Sierva de María -dedicadas a cuidar de los enfermos- natural de Arrigorriaga, la maternidad ayuda a nacer a los niños, les vacuna, les vigila y les acompaña en su crecimiento. Además, desde el centro parten convoys de ayuda compuestos por un médico, una enfermera, un estudiante de odontología y la encargada de las vacunas que recorren la comarca parando en las aldeas bolivianas para vacunar y atender a los niños.
«La maternidad Basauri, aparte de ser un sueño realizado, una bendición para nosotras y para Portachuelo, ha dado solución a muchas mamás con partos difíciles y complicados, oportunidad para realizar cesáreas rápidas, tranquilidad y comodidad en partos normales, alegría a las familias, solución a enfermedades y alteraciones e infecciones en el embarazo, etc.», detalla Sor Loreto.
MÁS SERVICIOS
Con el paso de los años y a pesar de las trabas que se encuentran a su paso -no reciben ninguna ayuda del gobierno boliviano ni del municipio, que sí les fríen a impuestos- los servicios de la maternidad Basauri han ido creciendo, y con ellos, el número de pacientes que llegan de todos los rincones del país.
Tras unos comienzos de esperanza, el hospital consiguió, con ayuda económica de Repsol, implantar una Terapia Intensiva Pediátrica y Neonatal (UVI), que alberga un ventilador mecánico que ayuda a que los bebés que llegan al mundo con problemas puedan sobrevivir.
No obstante, el alto número de niños que nacen en el centro impide que este respirador artificial indispensable para que no mueran llegue a todos ellos. Muchos tienen que seguir siendo transportados hasta la capital boliviana y, la mayoría, se queda en el camino.
«El riesgo que implica este traslado sin respirador portátil es altísimo con la ambulancia dando saltos por los baches de la carretera. Nadie sabe lo que es ver que el niño se nos va y no llegamos nunca al hospital, y para colmo a veces ni nos reciben por falta de sitio», asegura desesperada Sor Loreto.
Ante esta situación, la ONG Serso Euskalherria, impulsora del proyecto de construcción de la maternidad y con sede en el colegio San José de Basauri, vuelve a reclamar la ayuda de los basauritarras y de toda aquella persona que quiera contribuir a este nuevo intento porque las pequeñas vidas que llegan al mundo al otro lado del charco puedan seguir respirando. Para ello necesitan una segunda máquina de atención a neonatos con la que atender a más bebés en la misma maternidad sin necesidad de someter al recién nacido a un duro viaje, del que la mayoría no retorna.
50 CÉNTIMOS
Esta infraestructura cuesta 22.485 euros. «Si cada basauritarra aportase 50 céntimos lo conseguiríamos», anima Rafa Ibargüen, quien fuera alcalde de Basauri cuando se inició el proyecto de la maternidad en 2007. Actualmente, el ex mandatario sigue en contacto con la gerencia de la maternidad.
«Lo que este nuevo centro ha supuesto ha sido muy importante, pues con las instalaciones que ahora tienen consiguen atender a una numerosa población que antes no tenía una atención digna y adecuada. El hospital dispone de todos los requisitos que una maternidad requiere (habitaciones, consultas, salas para neonatos, paritorio…), además de instalaciones para urgencias y pediatría que hace que la atención a las madres y a sus bebes sea adecuada», explica Ibargüen.
Desde la apertura de la maternidad Basauri en 2010 el hospital no ha tenido que lamentar ninguna muerte entre todas las mujeres que acuden allí a dar a luz. Este dato, que a priori en una sociedad desarrollada no resulta llamativo, implica que en estos tres últimos años, el centro ha logrado salvar la vida de incontables personas que antes se desangraban sin remedio ante el más mínimo problema durante el parto.
Según los datos de Sor Loreto, la maternidad atendió en 2013 a 1.261 embarazadas de las que 483 fueron internadas en el centro. De entre todos los nacidos el año pasado, 119 tuvieron que recibir atención extra en la unidad de urgencias infantiles donde mantienen el único respirador artificial del que disponen.
Respecto al servicio de pediatría, la maternidad realizó hasta diciembre del pasado ejercicio 12.154 consultas. 162 niños estuvieron hospitalizados en el centro.
Para recibir las colaboraciones, la ONG ha abierto un número de cuenta: BBK ES18 2095 0323 6091 08539687. Los interesados pueden recibir más información a través de Serso Euskalherria, sersobasauri@hotmail.com. Igualmente, pueden hacer llegar sus preguntas a la propia Sor Loreto escribiéndole a su correo electrónico bienvecasado@yahoo.es.