He estado dudando si comentar o no esta noticia y al final me he decidido. La protagonista es una miembro destacada de un partido político de Euskadi, pero espero que entiendan que el comentario es sobre ella, no sobre el partido.
SERSO San Viator es un colectivo heterógeneo, donde trabajamos, colaboramos y participamos personas de variadas «tiendas políticas, ideológicas, religiosas…» y la siguiente entrada quiere mantenerse respetuosa con todas ellas.
Desde el sábado, 26 de febrero, el Grupo Noticias viene ofreciéndonos por capítulos el modo de ejercer la Cooperación al Desarrollo con fondos públicos de Ana Urchueguía, antigua alcaldesa de Lasarte-Oria. Las elecciones municipales están cerca. Nos imaginamos que el dedicar portadas, artículos varios… al tema ‘Somoto’ (Nicaragua) puede ser una especie de «vendetta» política. No queremos entrar en esa guerra. Pero…
Siempre hay un pero. Desde los poderes públicos se nos exige la mayor transparencia en la justificación de las ayudas públicas destinadas a la Cooperación. Y estamos de acuerdo, así debe ser. Pero a las Instituciones Públicas que destinan directamente fondos económicos de todos y todas a la Cooperación, ¿quién las controla? ¿Quién ha controlado a Ana Urchueguía? Y no me refiero a los posibles desvíos o no de dinero público en beneficio propio, que para ello existen otros canales, empezando por su propio Ayuntamiento, siguiendo por Euskal Fondoa y por la Federación Española de Municipios y Provincias (en ninguna de ellas era una cualquiera), y terminando por la fiscalía, si es necesario.
Este vídeo de 7 de octubre de 2010 produce sonrojo, produce vergüenza, produce… flaco favor a la Cooperación. Para repartir a ti sí; al Real Madriz de Somoto, también y a ti, no, que no me caes bien, como una vulgar caquiquilla, ¿para eso dedicamos parte de nuestros fondos a la Cooperación?
¿Nos incluirán a todas las organizaciones en el mismo saco? Espero que no.