Somalia, 22 de septiembre, sexta noche

Es de noche. M. se acaba de ir. Le noto cansado y un poco harto.

La milicia ha intentado derribar a la “mosca”, un helicóptero pequeño de Naciones Unidas que apenas mete ruido y que todas las mañanas llega a Tumaini con recambios, órdenes, medicinas y recuerdos de M.

Hoy han aparecido 6 cabras degolladas y acuchilladas. Hemos oído los lamentos del pastor, orgulloso de sus cabras, que cada mañana nos traía su precioso “regalo” hasta la “cruz”. Ha sido de madrugada. En el cambio de relevo de los cascos. Seguro.

Así no vamos a poder llegar a las tasas de porción de leche diluida para los 46 enanos ingresados de grado 3.

M. nos dice que no hagamos nada que pueda “irritar” a los milicianos. Que ella hablará con el líder rebelde sobre la situación del campo y que adopte una postura firme sobre sus milicianos. Tampoco aceptará los tiroteos sobre el campo para provocar a los cascos azules ugandeses, que parece que tienen el gatillo fácil.

La gente permanece impasible ante lo tiroteos, están tan acostumbrados…

M. me dice que ha encontrado un relevo para mí. Un medico argentino que trabaja en Dadaad con MSF y que nos lo prestan por una temporada hasta que llegue el definitivo.

Hoy no se ha detectado ningún caso de cólera más. Aún no están dados de alta los últimos casos. Hemos adiestrado a 6 técnicos somalíes para la detección, aislamiento y tratamiento medico de los casos que se produzcan.

Es de noche. Día raro y complicado. M. enfurruñado por la impotencia que les viene dada por los mandos. Hemos descubierto una botella de jhony walker que V. “gratamente” ha compartido con nosotros.

Es de noche. Estoy cansado, muy cansado. Dicen que las lluvias llegarán pronto.

Le propongo a M., la posibilidad de comenzar a preparar terreno para la siembra de semilla de mijo (sorgo rojo). Habilitar al menos unas hectáreas para que los hombres se “entretengan” en algo, tengan algo de normalidad, tengan esperanza. Añado que podríamos utilizar los blindados para roturar y preparar el campo en una mañana; los vehículos están inactivos y facilitaría la labor de siembra. Si abrimos otro pozo, el agua está asegurada para el cultivo. Me dice por el W. T. que lo pensará, pero que estoy loco.

Es de noche. Dicen que pronto vendrá la lluvia…

Usiku mwema, campo Tumaini

Esta entrada fue publicada en Ayuda Humanitaria, Emergencias y etiquetada . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s