Myriam García Abrisqueta, presidenta de Manos Unidas, en la presentación de la LIII Campaña contra el Hambre –«La salud, derecho de todos. ¡Actúa!»–, afirmaba:
«Los pobres, los de aquí y los de allá, no pueden ser víctimas de nuestros consumos desmedidos, de nuestros excesos financieros, de nuestras faltas de previsión, de regulación o de acción; no pueden ser las víctimas de las ganancias fáciles y de la falta de valores.»
«Esta crisis no puede ser una excusa para eludir nuestra responsabilidad y compromiso con los más pobres de la tierra y con los que sufren a causa de la injusticia de la falta de oportunidades»