El 23 de septiembre fue instituido el «Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños», instaurado por la Conferencia Mundial de la Coalición contra el Tráfico de Personas en coordinación con la Conferencia de Mujeres que tuvo lugar en Dahka (Bangladesh), en enero de 1999, en conmemoración de la promulgación de la primera norma legal en el mundo contra la prostitución infantil. Esta ley fue la 9143, ley argentina de 1913.
La trata de personas con fines de explotación sexual afecta a todas las regiones del mundo, especialmente a las más pobres, siendo especialmente vulnerables mujeres, niñas y niños de Europa del Este, África o América Latina y Asia.
Organismos internacionales como la OIT estiman que la esclavitud con fines de explotación sexual afecta cada año a unas 2.500.000 personas, constituyéndose como un mercado humano transnacional que genera miles de millones de dólares anuales, situándose en el tercer lugar entre los negocios ilícitos más lucrativos, tras el tráfico de drogas y de armas.