Hemos llegado a la escuela en taxi, ya que no hay muchas combis para acceder a los sectores de la Comunidad Campesina Cruz de Mayo. Esta vez éramos 9 personas en un coche, por lo que 3 de nosotros hemos tenido que meternos en el maletero, un lujo, teniendo en cuenta que ayer fuimos 5 adultos en el maletero de un coche con iguales dimensiones. Al subir, hemos sufrido un pequeño susto, ya que una moto taxi nos ha golpeado. Por suerte, nadie salió herido, excepto el taxi, que perdió el retrovisor y sufrió algunos arañazos.
Al llegar a la escuela nos ha recibido el Director y nos ha llevado al salón (aquí llaman salón a las aulas) de 5º y 6º de Primaria. Primero han hablado el Director y la profesora del salón. Después se han presentado Jesús, Karmele e Idelsa y, para finalizar, han tomado la palabra Txomin y Ane.
Jesús ha comenzado la sesión y, luego se han sumado Karmele e Idelsa. Han pedido tres voluntarios y han salido dos chicos y una chica. A cada uno le han dado un objeto y sus compañeros tenían que comentarlos. El primer alumno tenía la foto de un bebé, lo que representa el “derecho a la vida”; el segundo tenía un nombre, “derecho a la identidad” y la tercera llevaba la bandera del Perú, “derecho a tener una nacionalidad”.
Tras esto, han dividido a los niños en grupos y les han repartido la descripción de un derecho en una tarjeta y una imagen en otra. Los niños debían relacionar los derechos con las imágenes que les correspondían. Pero, había derechos trampa como, por ejemplo, el “derecho a volar”.
Al transcurrir una hora la sesión ha terminado y, después de descansar unos diez minutos, hemos entrado a otro salón, con niños de 3º y 4º de Primaria, y hemos desarrollado la misma dinámica.
Comentar que los niños de Pakián son muy tímidos y callados. Esto es un fenómeno común en la gente de la Sierra. Las niñas se tapan la boda; nos han dicho que es porque en la comunidad está mal visto que las mujeres demuestren sus sentimientos.
Al tiempo que Karmele e Idelsa daban el curso en el salón de 3º-4º, Ane ha tenido la oportunidad de conocer a unos niños de unos 6 años. Al principio estaban avergonzados, pero se han puesto a jugar al pilla-pilla con ella y se han soltado bastante. Mientras corrían, han llegado a un prado donde estaban el resto de los niños; los chicos jugando al futbol y las chicas sentadas en la hierba. Al principio estaban todas muy calladas y se avergonzaban cuando se les preguntaba algo, pero han acabado enseñándonos palabras en quechua y una niña nos ha comentado que en su casa son 14 hermanos. !Qué barbaridad!
Al sonar el timbre, todos los niños se han ido corriendo a sus clases. También tuvimos la oportunidad de hablar con el Director, el cual nos dijo que ya conocía sobre nosotros los vascos y que éramos unos separatistas. Jeje. Era un hombre muy gracioso.